Existe una idea general y bien asumida en el ámbito de la industria y la producción sobre que los robots disminuyen la carga del personal humano, reduciendo la fatiga y los errores, y con ello, aumentando la productividad. Esto también se puede aplicar al ámbito de la cirugía, y más concretamente en la cirugía prostática, donde la colaboración cirujano – robot quirúrgico Da Vinci es solo un paso más en la mejora del proceso. Combinando el conocimiento del cirujano experto con la precisión de la máquina se crea el tándem perfecto.

La cirugía robótica consiste en la implementación de una máquina que facilita y, por consiguiente, mejora el trabajo del cirujano. El robot quirúrgico Da Vinci es, de entre todos los robots comercializados, el único consolidado y que consiguió la aprobación de la agencia americana en el año 2000.

Ventajas de la colaboración cirujano – robot quirúrgico Da Vinci

Este robot quirúrgico suple las limitaciones del cirujano, como son:

  • el tamaño de las manos del cirujano, proporcionalmente grandes para algunas áreas anatómicas como el caso de la pelvis, donde se aloja la próstata,
  • el movimiento de las manos, que solo posee 6 grados de libertad y quedan limitados por una cavidad anatómica estrecha y profunda,
  • el uso de tijeras y pinzas que acentúan el anterior hándicap.

Por el contrario, el robot quirúrgico cuenta con unos instrumentos articulados de 1 cm de longitud que poseen muchos más grados de libertad y que, por su forma y tamaño, no tienen limitación alguna en las zonas más complejas del campo quirúrgico. A esto, debemos sumar la eliminación del temblor fisiológico del cirujano, ya que, aunque es este quien controla el robot, no se transmite a los brazos de la máquina.

Otra de sus ventajas es el manejo intuitivo del robot. El cirujano solo debe colocar sus manos en unas anillas y sus movimientos se reproducen en la cavidad del paciente con exactitud, sin temblores y con movimientos finos, minimalistas y perfectos.

Se puede asegurar, sin duda alguna, que la cirugía pélvica y renal, gracias al uso del tándem cirujano – robot quirúrgico Da Vinci, es mucho más segura y precisa. Conseguir que el paciente quede libre de enfermedad sin secuelas funcionales (continente y potente) es cuestión de milímetros y con el robot quirúrgico Da Vinci, esto es una realidad.

En nuestra clínica Urosalud en Valencia contamos con la última tecnología en el robot quirúrgico Da Vinci y los mejores expertos en el campo de la cirugía pélvica y renal.

Le animamos a que solicite una visita y personalizaremos su situación clínica y sus expectativas, y juntos decidiremos la mejor estrategia terapéutica para su caso clínico.