Fimosis

La fimosis o imposibilidad para retraer el prepucio es una patología común entre la población adulta. A pesar de que mayoritariamente afecta a niños, se puede padecer a cualquier edad. Con la pubertad y el inicio de las relaciones sexuales, la imposibilidad de retracción del prepucio puede originar dolor e incapacidad para la erección. Es por ello que, en ocasiones, es necesario realizar una intervención quirúrgica para darle solución.

Otro motivo de consulta frecuente es la aparición de fimosis en edad adulta avanzada como consecuencia de infecciones balano-prepuciales de repetición. En grados avanzados, puede llegar a originar estrechez o estenosis del orificio y causar dificultad para orinar.

Es importante identificar la causa de la imposibilidad para retraer la piel prepucial:

  1. Frenillo corto.
  2. Falta de elasticidad de la piel del prepucio.

¿Cuáles son las causas?

Puede ser congénita -por escasa laxitud de la piel prepucial- o adquirida.

Las causas adquiridas suelen ser secundarias a infecciones balano-prepuciales (balanitis, balanopostitis) aunque en ocasiones no se halla ninguna.

Es especialmente común en pacientes con diabetes mellitus, los cuales tiene más riesgo de padecer infecciones.

¿Qué consecuencias puede tener?

  • Infecciones balano-prepuciales (bacterianas o por hongos).
  • Infecciones de orina.
  • Dificultad para la micción.
  • Dolor o imposibilidad para mantener relaciones sexuales.
  • Parafimosis (estrangulación del glande por el anillo fimótico).

Tratamientos

El tratamiento habitualmente es quirúrgico. Existen dos tipos de intervención en función de la causa:

  • Frenuloplastia: sección del frenillo únicamente. Es una técnica sencilla y rápida, con escasas complicaciones y recuperación casi inmediata.
  • Postectomía o circuncisión: exéresis del tejido prepucial redundante para exponer el glande de forma permanente. La intervención suele durar 30-45 minutos y requiere la colocación de varios puntos. El post-operatorio requiere de curas diarias y se objetiva una resolución total a las 2 semanas aproximadamente.

Ambas técnicas se realizan bajo anestesia local y tras la intervención, se puede llevar una vida normal evitando tener relaciones sexuales y ejercicio físico durante al menos 2 semanas.

¿Se deben hacer curas?

Es necesario hacer curas diarias de la herida (especialmente en la postectomía) y sobretodo mantener medidas higiénicas estrictas para evitar la sobreinfección.

En numerosos casos, se evidencia un oscurecimiento de la zona intervenida como consecuencia de un hematoma. Dicho hematoma, es normal en la evolución de la cirugía y no requiere un manejo especial.

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