DisfunciónErectil

La disfunción eréctil, conocida también como impotencia, consiste en la inhabilidad para iniciar o mantener erecciones que permitan una actividad sexual satisfactoria. Puede ocurrir ocasionalmente o regularmente.

La erección es un fenómeno fisiológico y natural que implica al pene, al sistema hormonal, al vascular y al nervioso, además de factores psicológicos. Es necesario un perfecto funcionamiento de todos ellos para llenar de sangre los cuerpos cavernosos del pene, y así conseguir que crezca en tamaño, longitud, se haga y mantenga rígido. Características, todas ellas, necesarias para una relación sexual satisfactoria.

La disfunción eréctil no es una enfermedad que atente contra la vida, pero puede tener un impacto negativo muy importante en la calidad de vida del paciente y/o su pareja. Es un trastorno frecuente y no sólo a edades tardías.

La disfunción eréctil puede ser un síntoma precoz de enfermedad cardiovascular debido a que ambas comparten factores de riesgo como son: la obesidad, el tabaquismo, el colesterol elevado, la hipertensión, el hipogonadismo o la falta de ejercicio.

Las causas más frecuentes de disfunción eréctil son la diabetes, la hipercolesterolemia, la lesión de nervios en el área de la pelvis (por cirugía o radioterapia), bajos niveles de testosterona, el uso de fármacos antihipertensivos y betabloqueantes o padecimientos neurológicos como la enfermedad de Parkinson.

Hay factores psicológicos que pueden asociarse a disfunción eréctil como la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, el estrés o expectativas no apropiadas o poco reales de a sexualidad.