El cáncer de vejiga o tumor vesical representa el 7º cáncer más frecuente en varones y el 10º cuando se incluyen ambos sexos. Este tipo de cáncer afecta fundamentalmente a pacientes por encima de los 50 años. Puede llegar a ser un tumor de alto riesgo, pero curable si se trata de manera precoz. Es por eso que su detección temprana y un detallado análisis patológico son vitales para dilucidar el pronóstico y el tratamiento. En el artículo de hoy te detallamos qué es el tumor vesical y cuál es su tratamiento.
¿Qué es el tumor vesical?
El cáncer de vejiga o tumor vesical se origina cuando las células que componen la vejiga urinaria (células transicionales) comienzan a crecer de manera descontrolada. Estas células pueden quedar confinadas en la mucosa o pueden infiltrarse a la siguiente capa, el músculo.
El cáncer de vejiga se puede clasificar basándose en cuán lejos se ha extendido a la pared de la vejiga:
- Los cánceres no invasivos solo se encuentran en la capa más externa de la vejiga (el epitelio de transición). No han crecido hacia las capas más profundas.
- Los cánceres invasivos han crecido hacia capas más profundas de la pared de la vejiga, llegando al músculo. Estos cánceres tienen más probabilidad de propagarse y son más difíciles de tratar.
Dependiendo de dónde se encuentre el tumor y del grado de agresividad de este, el paciente necesitará un tratamiento distinto.
¿Cuál es el tratamiento para el tumor vesical?
Antes de la realización de cualquier tratamiento es necesario un análisis patológico detallado del tumor para tomar futuras decisiones terapéuticas en función de los resultados. Para ello, lo primero es realizar una RTU de vejiga. Esta técnica es fundamental en el diagnóstico y tratamiento de los tumores vesicales, ya que permite la extirpación de la lesión y, además, la recolección de una muestra para su posterior estudio.
La resección trans-uretral del tumor vesical (RTU) consiste en la extirpación de células cancerígenas de la pared de la vejiga por vía endoscópica, a través del pene, sin cortes ni cicatrices.
Una vez que los resultados del análisis patológico están disponibles, el tratamiento dependerá del estadio del tumor. Si el cáncer ha invadido la capa muscular de la pared de la vejiga, el tratamiento convencional consiste en una cistectomía radical.
La cistectomía radical consiste en la extirpación de toda la vejiga y los ganglios linfáticos cercanos. Dependiendo de la extensión del cáncer es posible que se deban extraer otros órganos. En los hombres, se extrae también la próstata y las vesículas seminales y en mujeres se extirpan los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello uterino y una pequeña parte de la vagina.
Esta cirugía se denomina cistectomía radical y puede realizarse de diversas formas:
- A través de cirugía abierta, realizando un corte en el vientre.
- Con cirugía laparoscópica, realizando pequeñas incisiones en el abdomen.
- Con cirugía robótica. Esta se conoce como cistectomía robótica y suele ser más precisa y con una recuperación más rápida.
Por lo general, la mayoría de los médicos prefieren administrar quimioterapia antes de la cirugía, ya que se ha demostrado que ayuda a los pacientes a vivir por más tiempo en comparación con la cirugía sola.
Si usted ha notado sangrado en la orina y es fumador o ha estado expuesto a colorantes químicos o ha sido diagnosticado con cáncer de vejiga, desde UROSALUD le animamos a que solicite control preferente en su visita. El diagnóstico y tratamiento precoz y diligente del tumor vesical es fundamental para la supervivencia.
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