El catéter doble J, también conocido como catéter ureteral doble J o catéter JJ, es uno de los dispositivos más utilizados en urología para resolver obstrucciones en la vía urinaria. Consiste en un tubo flexible que se coloca en el uréter para facilitar el paso de la orina desde el riñón hasta la vejiga. Se utiliza de forma temporal en pacientes que han sido intervenidos de cálculos renales, cirugías urológicas o que presentan obstrucciones en la vía urinaria. Aquí podéis conocer más sobre este dispositivo, para qué sirve y cómo se coloca.
En esta guía actualizada ampliamos la información sobre aspectos clave que interesan a los pacientes: cuánto tiempo puede llevarse, cómo se retira, qué cuidados deben seguirse en casa y qué dudas suelen surgir durante el proceso.
¿Cuánto tiempo se puede llevar un catéter doble J?
La duración del catéter doble J es variable y depende de la patología y de la decisión del especialista. En la mayoría de los casos, se recomienda que el catéter permanezca entre 4 y 12 semanas, aunque en algunos pacientes puede prolongarse por más tiempo bajo control médico.
Es importante no superar el plazo indicado, ya que un catéter que permanece demasiado tiempo sin ser retirado puede generar complicaciones como incrustaciones, obstrucción o infecciones. Por eso, siempre debe seguirse el calendario de revisiones pautado por el urólogo.
En casos concretos, puede ser necesario recambiarlo periódicamente si el paciente necesita llevarlo durante más tiempo.
¿Cómo se retira un catéter doble J?
La retirada del catéter doble J es un procedimiento sencillo que suele realizarse en consulta, aunque también puede realizarse en quirófano ambulatorio, dependiendo del caso.
- Retirada en consulta: se utiliza un cistoscopio flexible para acceder a la vejiga y extraer el catéter a través de la uretra.
- Retirada bajo sedación: en algunos pacientes puede requerirse una breve anestesia para mayor comodidad.
Generalmente, no es un procedimiento doloroso, aunque puede resultar molesto, y no requiere ingreso hospitalario, resolviéndose en pocos minutos. Tras la retirada, el paciente puede retomar su vida normal en el mismo día, aunque pueden aparecer molestias leves o un pequeño sangrado en la orina durante las primeras horas, que desaparecen espontáneamente.
Cuidados en casa con un catéter doble J
Vivir con un catéter doble J puede generar dudas. Mientras se lleva un catéter doble J, es importante seguir una serie de recomendaciones para reducir las molestias y evitar complicaciones. Aunque se trata de un procedimiento seguro, conviene seguir ciertas recomendaciones:
- Mantener una buena hidratación. Beber suficiente agua favorece el flujo de orina y disminuye el riesgo de infecciones: entre 1,5 y 2 litros de agua al día, salvo contraindicación médica.
- Evitar esfuerzos intensos: actividades físicas de impacto, levantar peso o determinados deportes pueden aumentar las molestias, especialmente los primeros días tras la colocación o retirada.
- Observar la orina: pequeñas cantidades de sangre son normales, pero si el sangrado es abundante o persistente debe consultarse con el especialista.
- Seguir la medicación indicada: analgésicos o fármacos para mejorar la tolerancia urinaria pueden formar parte del tratamiento.
Preguntas frecuentes sobre el catéter doble J
¿Puedo hacer vida normal con un catéter doble J?
Sí. Aunque es posible notar molestias al orinar, aumento de la frecuencia miccional o dolor lumbar leve, la mayoría de los pacientes pueden continuar con sus actividades habituales.
¿Se puede hacer deporte?
Depende del tipo de deporte. Actividades suaves como caminar o nadar suelen tolerarse bien. Deportes de impacto o con gran esfuerzo abdominal pueden incrementar los síntomas.
¿Se pueden mantener relaciones sexuales?
En muchos casos sí, aunque algunos pacientes refieren mayor incomodidad. Conviene consultar al urólogo en cada situación particular.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
Las más frecuentes son molestias urinarias, sangre en la orina o urgencia miccional. Las complicaciones menos habituales son las infecciones urinarias o la migración del catéter. Ante fiebre, dolor intenso o incapacidad para orinar, debe consultarse de inmediato.
Cuándo acudir al urólogo
Te recordamos que es fundamental contactar con el especialista si aparecen:
- Fiebre superior a 38 ºC sin causa aparente.
- Dolor intenso que no cede con medicación.
- Dificultad o imposibilidad para orinar.
- Sangrado abundante o persistente en la orina.
En Clínica Urosalud contamos con un equipo especializado en el diagnóstico y tratamiento de patologías urológicas. Si tienes un catéter doble J o necesitas valorar tu situación clínica, puedes solicitar una cita y recibir un plan personalizado adaptado a tus necesidades.