Prolapso de Órganos Pélvicos

¿Qué es el Prolapso de Órganos Pélvicos?

Se conoce por prolapso de órganos pélvicos la protrusión de la vejiga, útero, cuello uterino, recto y/o intestino en la vagina o al exterior a través de esta (en los casos más graves) por debilitamiento en las estructuras del suelo pélvico (músculos, ligamentos…) que los sostienen en su lugar. Ordinariamente se conoce como “caída o descolgamiento” de los órganos pélvicos.

Según el órgano que se haya “caído o descolgado”, se clasifican en:

  1. Prolapso de la pared vaginal anterior: normalmente se trata de protrusión de la vejiga, llamado Cistocele. Es lo más frecuente.
  2. Prolapso del compartimento medio: se trata del cuello uterino (Colpocele), del útero (Histerocele o “matriz caída”) o de un asa del intestino delgado (Enterocele).
  3. Prolapso de la pared vaginal posterior: normalmente se trata de protrusión del recto, conocida como Rectocele. En otras ocasiones se trata de un Enterocele.

 

Puede presentarse la protrusión de un único órgano o de varios a la vez.

Imagen que representa prolapso uterino o “matriz caída”

¿Cuáles son los factores de riesgo para el Prolapso de Órganos Pélvicos?

  • Edad: por debilitamiento de todas las estructuras corporales
  • Embarazos y partos: elongación y posibles daños de las estructuras de sostén. El prolapso de órganos pélvicos se produce hasta en casi el 50% de las pacientes que han tenido múltiples partos vaginales.
  • Menopausia: por pérdida de estrógenos, que atrofian y debilitan los tejidos pélvicos.
  • Obesidad.
  • Enfermedades que afectan al tejido conectivo. El tejido conectivo es aquel que se encarga del sostén de las estructuras corporales, como, por ejemplo, los ligamentos.
  • Enfermedades pulmonares crónicas: provocan intenso y repetido aumento de presión abdominal (tos, respiración abdominal…) que puede terminar dañando las estructuras de sostén pélvicas.
  • Estreñimiento: provocan intenso y repetido aumento de presión abdominal que puede terminar dañando las estructuras de sostén pélvicas.
  • Esfuerzos: provocan intenso y repetido aumento de presión abdominal que puede terminar dañando las estructuras de sostén pélvicas.
  • Cirugías previas: por daño de las estructuras de sostén.
  • Raza.
  • Genética.
  • Tabaquismo.

Síntomas del Prolapso de Órganos Pélvicos

En los casos más leves de prolapso de órganos pélvicos, es decir, aquellos en los que se han “descolgado” poco los órganos, la mayoría de las pacientes no presentan síntomas. Sin embargo, en aquellos casos más evolucionados, es frecuente que presenten síntomas y complicaciones derivadas de ese mal posicionamiento de las vísceras. Los síntomas más frecuentes son:
  1. Síntomas en la vagina:
    • Dificultad para orinar
    • Sensación de presión pélvica, como pesadez, dolor, molestias.
    • Sangrados, secreciones o infecciones vaginales por el roce de la estructura que protruye con la ropa o con otras estructuras.
    • Necesidad de recolocar el prolapso para poder miccionar o defecar.
    • Dolor en la parte baja de la espalda que se alivia al recolocar el prolapso.
  2. Síntomas en la vía urinaria:
    • Sensación de bulto en el orificio de salida de la orina (meato uretral).
  3. Síntomas en el ano y recto:
    • Estreñimiento.

La caída de los órganos pélvicos puede ocasionar anomalías en el funcionamiento de la vejiga, del intestino o interferir en la esfera sexual. Cuanto mayor sea la protrusión, más alteraciones se producen.

  1. Alteración en el funcionamiento de la vejiga: retraso en el inicio de la micción, chorro más flojo, entrecortado, necesidad de hacer fuerza con el abdomen para conseguir vaciar la vejiga, micción en aspersor, sensación de vaciado incompleto, tener que volver a orinar nada más terminar, escapes de orina al terminar de orinar, solo se puede conseguir orinar en una posición determinada, necesidad de recolocar el prolapso para poder orinar, escozor al orinar, imposibilidad para orinar, aumento del número de veces que hay que ir a orinar, ganas irrefrenables de orinar, despertarse muchas veces durante el sueño por ganas de orinar, infecciones de orina, pérdidas de orina…
  2. Alteración en el funcionamiento intestinal: estreñimiento, sensación de evacuación incompleta, necesidad de hacer fuerza para conseguir evacuar, sensación de imposibilidad para defecar, necesidad de recolocar el prolapso para poder defecar, ganas irrefrenables de defecar, manchado al terminar de defecar…
  3. Alteraciones en la esfera sexual: dolor con la penetración o imposibilidad para la penetración vaginal, sensación de tener la vagina “dada de sí”, disminución de la líbido…
Anatomía del prolapso Obtenido de https://aliciasanchofisioterapia.es/prolapsopelvico/

Contacte con nosotros