Vigilancia activa del cáncer de próstata
La disponibilidad del PSA ha resultado en un aumento del número de pacientes que se diagnostican de cáncer de próstata. De hecho, actualmente el 30% de los tumores de próstata se diagnostican de forma tan precoz que podrían ser insignificantes, es decir, un tumor sin potencial letal. En los países anglosajones europeos cobra cada vez más fuerza la vigilancia activa.
Esta estrategia supone observar al cáncer de una manera proactiva. Dicho de otro modo, el objetivo que nos ponemos es que ese tercio de pacientes que son diagnosticados de un cáncer de próstata de bajo riesgo y con poca carga tumoral sean vigilados estrechamente con resonancias magnéticas y biopsias de próstata transperineales y de fusión de manera periódica.
Si bien el concepto de vigilancia activa parece atractivo, su aceptación ha ocurrido lentamente en nuestro país. Varios factores han contribuido a la lenta incorporación de la vigilancia en la praxis de los urólogos españoles: dificultades en la selección de los pacientes perfectos y el seguimiento de los mismos. En el horizonte siempre está la posibilidad de equivocarnos y que en el ínterin de tiempo que el paciente está en vigilancia desarrolle metástasis, por eso la vigilancia activa se reserva a unos pocos pacientes y siempre con un estrecho seguimiento que antes hemos mencionado.
Indicaciones de la Vigilancia activa
Son varias las variables a considerar. En primera instancia el paciente, debe entender que padece un cáncer de próstata de bajo riesgo y acepta convivir con él. Debe adherirse al seguimiento estrecho organizado por su urólogo.
Antes de la toma de decisiones, es importante que disponga de una resonancia magnética de próstata y que el diagnóstico se haya hecho con una biopsia de fusión o una biopsia con un número de cilindros considerable.
El tumor debe ser considerado Gleason 6 y el nº de cilindros afectos de cáncer debe ser mínimo. Bien es cierto que aun padeciendo un cáncer de próstata con las características perfectas para una vigilancia activa hay pacientes muy ansiosos que no quieran vivir con el cáncer de próstata habiendo tratamientos curativos para ella.
Seguimiento de la Vigilancia Activa
El seguimiento de la vigilancia activa debe ser riguroso y estrecho.
Posibilidad 1. Pacientes que han recibido una biopsia clásica de 12 cilindros transrectal, sin biopsia de próstata:
Ese paciente precisa una resonancia de próstata multiparamétrica de próstata y una biopsia de fusión en el primer año desde el diagnóstico. Si en esta nueva biopsia de máxima calidad se demuestra que el paciente padece un cáncer de próstata de baja carga, con pocas zonas afectas de cáncer y de baja agresividad, podrá seguir en vigilancia activa. La siguiente biopsia será entre el segundo y el tercer año. Mientras haremos un seguimiento trimestral o semestral con PSA y ecografía. Las siguientes biopsias -siempre precedidas de resonancias- se harán cada 3 años.

Posibilidad 2. El paciente es diagnosticado de cáncer de próstata a través de una biopsia transperineal por fusión: es este caso la siguiente biopsia se hará entre el segundo y tercer año, siempre precedida de una resonancia nuclear magnética multiparamétrica de próstata. Las sucesivas cada tres años. Mientras se harán controles en la consulta cada 6 meses.
Si en algún momento del seguimiento el tumor cambia en agresividad o en carga tumoral, se le recomendará al paciente pasar a un tratamiento activo.

Diferencias entre la vigilancia activa y el resto de las modalidades de tratamiento para el cáncer de próstata
En la figura se trata de representar las diferencias. La principal ventaja de la vigilancia activa es que al paciente no se le somete a ningún procedimiento más allá de las biopsias pertinentes del protocolo. El paciente llevará una vida completamente igual a la que precedía al diagnóstico. Es una opción perfecta para aquellos pacientes para los que la vida sexual es de vital importancia o porque quieren tener descendencia, o simplemente no desean asumir los riesgos de un procedimiento quirúrgico. Sin embargo, deben ser conscientes que pese a un seguimiento optimizado y estrecho existe el riesgo marginal de que lleguemos tarde a un tratamiento con intención curativa o incluso el paciente pueda desarrollar metástasis que pasen desapercibidas durante el tiempo que el pacinete está en vigilancia.

Resultados
Está claro que la supervivencia de los pacientes que deciden vigilarse el cáncer y son asesorados por los responsables de la unidad de cáncer de próstata de Urosalud son extremadamente buenas. Sin embargo, más de un tercio de los pacientes son «reclasificados» durante el seguimiento. Es decir, en las sucesivas biopsias se objetiva que el cáncer ha cambiado y se les recomienda intervenirse.
En total hay reportados resultados de más de 5000 pacientes en vigilancia activa con más de 6 años de seguimiento, el 34% precisó operarse en algún momento del seguimiento y, se estima que el 99 % estarán vivos 10 años después de su diagnóstico.
Recomendación final
SI padece ud un cáncer de próstata y contempla usted la posibilidad de vigilárselo, no dude en consultarnos. La vigilancia es una excelente opción pero sólo en un grupo multidisciplinar con toda la tecnología para ofrecerle toda la seguridad de que su cáncer no progresará.