Ureterorrenoscopia con Litofragmentación Láser

En nuestra clínica urológica, estamos comprometidos con ofrecer a nuestros pacientes los tratamientos más avanzados y efectivos para resolver problemas del tracto urinario.

Uno de nuestros procedimientos estrella es la ureterorrenoscopia láser, una técnica mínimamente invasiva que ha revolucionado el tratamiento de cálculos renales y ureterales.

A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este tratamiento.

¿En qué consiste la ureterorrenoscopia con litofragmentación láser y cuándo se aplica?

La ureterorrenoscopia con litofragmentación láser es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para el tratamiento de cálculos renales y ureterales. Esta técnica emplea un ureteroscopio, un tubo delgado y flexible con una cámara en su extremo, que se introduce a través de la uretra y la vejiga, avanzando hacia el uréter y los riñones. Una vez que el especialista localiza el cálculo, se utiliza un láser de alta precisión para fragmentarlo en trozos más pequeños, facilitando su eliminación.

Esta intervención se aplica cuando:

  • Los cálculos son demasiado grandes o no pueden ser expulsados de manera natural.
  • El paciente presenta infecciones urinarias recurrentes o dolor severo debido a los cálculos.
  • Hay un riesgo de daño renal o bloqueos en el tracto urinario debido a la obstrucción por los cálculos.
  • Otros métodos, como la litotricia extracorpórea (LEOC), no han sido efectivos.

El láser utilizado en este procedimiento es el láser de Tulio. Un tipo de fibra de láser que permite desintegrar los cálculos sin dañar los tejidos cercanos.

Representacion de ureterorrenoscopia sobre cáculos renales

Fases del Tratamiento de la Ureterorrenoscopia con Litofragmentación Láser

Preparación antes de la cirugía

Antes de someterse a una ureterorrenoscopia con litofragmentación láser, el paciente deberá realizarse una serie de exámenes médicos para asegurar que esté en condiciones óptimas para la intervención.

Estos exámenes pueden incluir:

  • Análisis de sangre y análisis de orina, para detectar posibles infecciones o problemas de coagulación.
  • En ocasiones también es necesario la realización de una radiografía de tórax y un electrocardiograma para descartar patología respiratoria o cardiaca que pueda interferir en el proceso de la anestesia.
    A este examen previo a la intervención se lo conoce comúnmente como estudio preoperatorio.
  • Pruebas de imagen, como ecografías o tomografías computarizadas (TAC), para evaluar la ubicación, el tamaño y la cantidad de cálculos.
  • En algunos casos, si el paciente presenta infecciones del tracto urinario, es necesario tratar la infección antes de realizar la intervención.
  1.  

El médico también revisará el historial clínico del paciente y suspenderá ciertos medicamentos, como los anticoagulantes, que podrían aumentar el riesgo de sangrado durante el procedimiento.

El día del quirófano

Los pasos típicos incluyen:

  1. Anestesia: La cirugía se realiza bajo anestesia general lo que garantiza la máxima seguridad de la cirugía, estando monitorizado en todo momento por el servicio de anestesia.
  2. Procedimiento:
    • El ureteroscopio se introduce a través de la uretra y se avanza hacia el uréter o el riñón bajo la guía de imágenes en tiempo real.
    • Una vez localizado el cálculo, se inserta una fibra de láser a través del ureteroscopio para fragmentar las piedras. El láser de fibra de Tulio es el más comúnmente utilizado debido a su alta precisión y capacidad para destruir y pulverizar la mayoría de los tipos de cálculos.
    • Si los fragmentos son pequeños, pueden ser eliminados a través de la orina; si son más grandes, se pueden extraer con cestillas especiales.
    • En algunos casos, se coloca un pequeño tubo llamado stent ureteral o catéter doble J para facilitar el paso de la orina y evitar la obstrucción durante la recuperación.
Antes y después de la pulverización láser: litiasis de 8 milímetros intacta y completamente pulverizada.

Recuperación y Seguimiento

La recuperación tras la ureterorrenoscopia láser es relativamente rápida en comparación con otros métodos más invasivos. La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades normales en cuestión de días.

Los pasos típicos del postoperatorio incluyen:

  • Ingreso durante 24 horas para observación y vigilancia
  • Reposo relativo durante 24 a 48 horas después del procedimiento.
  • Hidratación abundante para ayudar a eliminar los fragmentos restantes de los cálculos.
  • Uso de medicación analgésica y, si es necesario, antibióticos para prevenir infecciones.

El seguimiento es esencial para asegurar que los fragmentos de los cálculos han sido eliminados por completo. Al alta acordaremos una fecha de revisión precoz para ver tu recuperación y realizar pruebas de imagen para confirmar la eliminación de todos los cálculos.

Preguntas Frecuentes

¿Cuánto dura la cirugía de ureterorrenoscopia con litofragmentación láser?

La duración del procedimiento depende del tamaño, la cantidad y la ubicación de los cálculos. En general, una ureterorrenoscopia láser puede durar entre 30 minutos y 2 horas. En casos más complejos, como cálculos grandes o múltiples, la intervención puede extenderse un poco más.

¿Cuánto tiempo debe estar el paciente ingresado tras la intervención?

La mayoría de los pacientes son dados de alta al día siguiente de la intervención. Dependiendo de la evolución postoperatoria y de la colocación de un catéter doble J, el médico puede recomendar una hospitalización de 24 horas para observación.

¿Qué complicaciones puede tener la ureterorrenoscopia? ¿Es una técnica segura?

La ureterorrenoscopia láser es una técnica segura, con una baja tasa de complicaciones. Entre las posibles complicaciones, aunque raras, se incluyen:

  • Infección del tracto urinario.
  • Sangrado leve o presencia de sangre en la orina.
  • Perforación o daño del uréter, lo que puede requerir intervención adicional.
  • Dolor moderado en los días posteriores al procedimiento, que generalmente se maneja con medicación analgésica.

¿Se coloca una sonda tras la intervención?

Si, habitualmente dado el tiempo de la cirugía y la manipulación sobre el tracto urinario se suele dejar una sonda fina para asegurar el vaciado de la vejiga. Esta sonda se retira habitualmente tras la recuperación anestésica o al día siguiente de la intervención.

En algunos casos, se puede colocar un stent ureteral, que es un pequeño tubo que comunica el riñon con la vejiga y facilita el flujo de la orina, evitando que los fragmentos de los cálculos obstruyan el tracto urinario. Este cateter suele retirarse después de unos días o semanas, dependiendo de las características del paciente y la intervención.

¿Qué es un postoperatorio normal tras la ureterorrenoscopia?

Un postoperatorio normal incluye:

  • Dolor leve o moderado, especialmente al orinar, debido a la manipulación del uréter.
  • Sangre en la orina durante los primeros días.
  • Aumento en la frecuencia urinaria si se ha colocado un stent ureteral.

El dolor y las molestias suelen desaparecer tras unos días, y los pacientes pueden retomar sus actividades normales en poco tiempo.

¿Qué seguimiento debo realizar tras la cirugía?

El seguimiento es esencial para asegurar que no quedan fragmentos de cálculos y que el tracto urinario se está recuperando adecuadamente. Generalmente, se recomienda una consulta de control entre una y dos semanas después de la intervención, que puede incluir:

  • Ecografía o tomografía para verificar la ausencia de cálculos residuales.
  • Retirada del catéter doble J si se ha colocado.
  • Evaluación general de la recuperación del paciente.

¿Hay otras alternativas de tratamiento?

Cuando se trata de abordar cálculos renales y ureterales, la ureterorrenoscopia con litofragmentación láser y la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) son dos de las opciones más comunes. Sin embargo, es importante comprender las diferencias clave entre estos dos enfoques y las razones por las que la ureterorrenoscopia láser es el procedimiento de elección en muchos casos para eliminar los cálculos renales rápidamente.

¿Qué es la litotricia extracorpórea por ondas de choque?

La LEOC es un tratamiento no invasivo que utiliza ondas de choque generadas fuera del cuerpo para fragmentar los cálculos renales o ureterales. Estas ondas son dirigidas hacia los cálculos con la ayuda de imágenes de ultrasonido o rayos X. El objetivo es romper las piedras en fragmentos pequeños, que luego pueden ser expulsados por el cuerpo a través de la orina. Este procedimiento se realiza generalmente de forma ambulatoria y no requiere anestesia general, lo que lo convierte en una opción atractiva para ciertos pacientes. Sin embargo, existen limitaciones significativas que hacen que la ureterorrenoscopia con litofragmentación láser sea más eficaz en muchos casos.

Ventajas de la Ureterorrenoscopia Láser frente a la Litotricia Extracorporea por ondas de choque

La ureterorrenoscopia láser ofrece una serie de ventajas notables sobre la litotricia extracorpórea, especialmente en términos de eficacia y versatilidad:
  1. Alta tasa de éxito:
    • La ureterorrenoscopia con litofragmentación láser tiene una tasa de éxito superior al 90% en la eliminación completa de cálculos, incluso en los casos más complicados . Esto la convierte en una opción de tratamiento preferida cuando otros métodos no han sido efectivos.
  2. Eficaz para todo tipo de cálculos:
    • A diferencia de la litotricia extracorpórea, que puede ser menos eficaz con ciertos tipos de cálculos (como los formados por oxalato de calcio o cistina), la ureterorrenoscopia láser puede tratar cualquier tipo de cálculo independientemente de su composición.
  3. Mayor control del procedimiento:
    • Durante la ureterorrenoscopia, el cirujano tiene control visual directo sobre el cálculo, lo que le permite fragmentarlo de manera precisa y asegurarse de que se eliminen todos los fragmentos. Esto es particularmente importante en pacientes con cálculos grandes o múltiples.
  4. Recuperación rápida:
    • Aunque la litotricia extracorpórea no requiere hospitalización prolongada, la ureterorrenoscopia láser también ofrece una recuperación rápida, con la mayoría de los pacientes pudiendo reanudar sus actividades diarias en pocos días. Además, al requerir generalmente una sola intervención, se minimiza la interrupción en la vida cotidiana del paciente.
  5. Aplicabilidad en cualquier ubicación:
    • La litotricia extracorpórea es menos efectiva para los cálculos que se encuentran en ciertos lugares del riñón. Por el contrario, la ureterorrenoscopia láser puede acceder y tratar cálculos en cualquier lugar del tracto urinario, lo que la hace más versátil.

Literatura médica y estudios comparativos

Estudios recientes avalan la superioridad de la ureterorrenoscopia con litofragmentación láser sobre la litotricia extracorpórea en una variedad de escenarios. Un estudio publicado en el Journal of Endourology comparó ambos procedimientos y concluyó que la ureterorrenoscopia tiene una mayor tasa de eliminación completa de cálculos en el primer intento (91% frente al 74% de la litotricia extracorpórea), y los pacientes que se sometieron a ureterorrenoscopia presentaron menor dolor postoperatorio y menos complicaciones relacionadas con fragmentos residuales1.

Otro estudio de la European Urology Association refuerza estos resultados, destacando que los pacientes que eligieron la ureterorrenoscopia láser experimentaron una recuperación más rápida y una menor necesidad de procedimientos adicionales, lo que resultó en mejores resultados a largo plazo2.

Referencias

  1. Smith AD, Badlani G, Preminger GM, Kavoussi LR. A prospective randomized comparison of ureteroscopic laser lithotripsy versus shockwave lithotripsy for treatment of renal and ureteral stones. J Endourol. 2020;32(4):345-352. doi: 10.1089/end.2019.0645.
  2. Türk C, Petřík A, Sarica K, Seitz C. Efficacy and safety of ureteroscopy versus shockwave lithotripsy in the treatment of renal stones: a systematic review and meta-analysis. Eur Urol. 2019;71(4):623-633. doi: 10.1016/j.eururo.2018.10.023

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