ENTREVISTA SALUT I FORÇA NÚMERO DE JULIO DR. JOSÉ LUIS DOMÍNGUEZ. MÉDICO AJDJUNTO DEL SERVICIO UROLOGÍA DE IVO.

P.- En España se diagnostica cada año 20.000 casos de cáncer de vejiga. ¿Habría una cifra aproximada de cuántos de esos caos afectan a valencianos y valencianas?

R.- El plan oncológico de la Comunidad Valenciana 2002-2006 recoge una tasa de incidencia estimada de 24.41 por 10000 hombres y de 2.77 por 100000 mujeres.

P.- Normalmente, de los 20.000 casos, una quinta parte son mujeres y el resto, es decir la mayoría abrumadora, hombres. ¿Por qué hay tanta diferencia? ¿Cuáles son los motivos por los cuales es un cáncer preeminentemente masculino?

R.- Ciertamente, acorde a cifras publicadas por la SEOM en 2015, el cáncer de vejiga afecta a unos 17.000 varones al año y a unas 3.600 mujeres. Esta diferencia ha sido siempre atribuida a la mayor incidencia de tabaquismo en hombre y la exposición a industrial, trabajos tradicionalmente realizados por hombres.

P.- De todos modos, esa cifra se va ajustando y cada vez son más mujeres las que lo padecen. ¿Por qué?

R.- La reducción del peso de esa industria relacionada y la mejora en medidas de seguridad y reducción de riesgos laborales por un lado y, la mayor incidencia de tabaquismo entre las mujeres jovenes, posiblemente se traduzca en una reducción de las tasas de incidencia, que creo se harán más evidentes en los próximos años.

P.- ¿Es un cáncer estadísticamente duro en cuanto a mortalidad?

R.- La supervivencia relativa a 5 años del cáncer de vejiga en el periodo 2000-2007 fue del 70,3% en hombres, muy similar a la media europea y del 70,8% en mujeres, ligeramente superior a la media europea. La razón es que al hablar de cáncer de vejiga englobamos a los tumores no infiltrantes, que son el 75% y con una supervivencia próxima al 100%, con el 25% de tumores infiltrantes que tienen aún mortalidad muy alta. Es por esto que el cáncer de vejiga, en su conjunto, sea muy prevalente ya que afortunadamente, la mayoría son superficiales, cronificables y con una supervivencia excelente.

P.- ¿Y qué factores afectan al restante 50% de los casos? Me refiero a quien no fuma, claro. Tengo entendido que hay elementos químicos.

R.- El càncer se origina por el contacto con las sustancias excretadas a través de la orina y procedentes directamente de las inhaladas, ingeridas o de componentes del metabolismo de ciertos compuestos. Exposición laboral a las aminas aromáticas, en la industria textil por ejemplo, o a hidrocarburos aromáticos policíclicos, formaldehido, y ciertos disolventes también aumentan el riesgo. Tambien se han considerado grupos de riesgo a trabajodres de la industria del cuero y del metal. Afortunadamente, gracias a las mejoras en seguridad laboral hoy en día se estima que la exposición laboral es responsable de solo el 10% de los cánceres de vejiga.

P.- ¿Qué síntomas da este tipo de cáncer? ¿Hay señal de alarma?

R.- A diferencia de otros tumores, el cáncer de vejiga raramente es asintomático y el síntoma más frecuente es la presencia de sangre en orina, que puede ser evidente para el paciente (hematuria franca o macrohematuria) o microscópica (microhematuria). La presencia de sangre en la orina debe ser siempre una señal de alarma y un motivo para acudir a su médico. Además, en ocasiones puede también presentarse con síntomas irritativos persistentes, que los pacientes suelen atribuir a infecciones de orina. Cuidado cuando estos síntomas “de cistitis” son persistentes y los sedimentos y cultivos de orina son siempre negativos

P.- ¿Debemos ir rápidamente al médico si vemos que tenemos hematuria?

R.- Por supuesto, es el síntoma principal y la primera señal de alarma. Esto es particularmente importante en pacientes de edad más avanzada, en fumadores, en aquellos con exposición industrial y siempre que haya hematuria franca, visible.

P.- ¿Cuántos tipos de cáncer hay identificados vinculados a la vejiga?

R.- Los tumores vesicales vesicales pueden ser de diversas variantes aunque, en Europa, la variante más frecuente, representando en 95% de los casos es el carcinoma urothelial, derivado de las células que recubren la vejiga, los uréteres y pelvis renales. Además, existen tumores otras estirpes como son adenocarcinomas, escamosos y por supuesto, metastásicos de otros órganos.

P.- ¿Cuál es el mejor tratamiento hoy en día para combatirlo?

R.- El primer paso en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de vejiga es una resección transuretral del tumor (RTU) que nos dirá que profundidad tiene el tumor, esto que llamamos “estadío” junto con el “grado celular”, nos dirán qué tipo de tumor tenemos entre manos. Mientras que la RTU puede ser suficiente para tumores superficiales de bajo grado, otros precisarán de quimioterapia o inmunoterapia adyuvante y, los invasores, de cirugía radical (cistectomía) e incluso quimioterapia sistémica.

P.- ¿Se puede curar al 100% o se cronifica?

R.- Por desgracia el 100% nunca existe en medicina pero, los esfuerzos y avances de la urología oncológica están enfocados precisamente a ello. En la actualidad, los tumores no infiltrantes tienen una supervivencia excelente. Ciertamente podemos hablar de enfermedad crónica. Por desgracia, este no es, aún, el caso en los cánceres infiltrantes pero, las mejoras de la cirugía radical y de los nuevos agentes quimioterápicos e inmunoterápicos, nos da grandes esperanzas de poder llegara a esas cifras también en estos tumores tan agresivos.

P.- Quien supere este cáncer, ¿deberá hacerse controles cíclicos de por vida? ¿Podría recaer?

R.- La respuesta es sí, es lo que conocemos como “recidiva”. El riesgo, que es predecible según el estadío, grado, número y tamaño del tumor, puede llegar al 60% en tumores de alto grado. Por ello, los pacientes con cáncer de vejiga precisan de controles periódicos de la vejiga (citología y cistoscopia) y, en ocasiones, de los uréteres y riñones (UroTAC) para detectar precozmente dichas recidivas.

P.- ¿Qué papel juega la reciente llegada de la inmunoterapia?

R.- El objetivo de la inmunoterapia es activar, estimular, potenciar y re-dirigir nuestro propio sistema inmunológico, nuestras defensas naturales, para que ataquen al tumor. Este no es un concepto nuevo en absoluto y la Urología es quizás la especialidad médica más familiarizada con la inmunoterapia. Los urólogos hemos utilizado la inmunoterapia intravesical con BCG desde hace muchos, muchos años, de hecho, sigue siendo el tratamiento adyuvante estándar en tumores superficiales de alto grado. Ahora además, estamos desarrollando y testando clínicamente nuevas generaciones de inmunoterápicos sistémicos, con resultados muy prometedores también en tumores infiltrantes.

P.- ¿Cómo afectará este cáncer superado, tanto en hombre como mujer en su vida sexual?

R.- El impacto dependerá del tratamiento requerido. Mientras que el tratamiento endoscópico y las instilaciones de inmuno- o quimioterapia endovesical, usados en tumores superficiales, no afectarán la potencia sexual, la cirugía radical necesaria en tumores infiltrantes, obviamente tendrá una repercusión negativa. En este sentido, la técnica quirúrgica también ha evolucionado y mejorado en términos de preservación nerviosa con el fin de minimizar el impacto en la esfera sexual del paciente.

P.- ¿Y a la hora de tener que orinar?

R.- Igualmente, aquellos pacientes tratados endoscópicamente seguirán orinando normalmente. Por el contrario, tras la cirugía radical, en la que se quita toda la vejiga, la orina puede ser derivada a una urostomía cutánea o, en ciertos casos, se puede modelar una nueva vejiga con intestino del paciente, conocida como “neovejiga”, en un intento de mantener la continuidad del tracto urinario.

P.- La última, doctor. ¿Qué supone para usted trabajar como adjunto del Servicio de Urología de una institución puntera durante décadas en la lucha contra el cáncer como es IVO?

R.- Tras años dedicados al cáncer de vejiga, mi investigación fue en el laboratorio del NICR y mi tesis doctoral en cáncer de vejiga, tras haberme dedicado a la urología oncológica desde muy temprano durante mi residencia en el Reino Unido y, con interés claro en la investigación translacional, para mí fue una gran satisfacción y un orgullo, poder volver a España e incorporarme a esta Institución, un centro monográfico de referencia en la Uro-oncología.

Fruto del trabajando en equipo, con un abordaje multi-disciplinar, el I.V.O. combina la larga experiencia de urólogos, oncólogos, oncólogos radioterápicos, radiólogos y psicólogos para ofrecer un tratamiento individualizado a cada paciente. El I.V.O. dispone de las últimas tecnologías en imagen, en endo- y laparoscopia, de todas las terapias adyuvantes endovesicales, incluyendo EMDA-MMC e Hipertermia-MMC, participando en los ensayos clínicos más relevantes a nivel nacional e internacional. Igualmente, de la mano de los oncólogos médicos. Podemos ofrecer al paciente quimioterapia sistémica neo- y adyuvante, así como, protocolos de investigación de los inmunoterápicos más modernos.

FUENTE: SALUT I FORÇA – NÚMERO DE JULIO 2018. ENTREVISTA A DR. JOSÉ LUIS DOMÍNGUEZ – MÉDICO ADJUNTO DEL SERVICIO DE UROLOGÍA DE IVO.